Pongamos como ejemplo de clase tradicional, las clases magistrales de mi profesor de Antropología Social en la Universidad. Este profesor era Doctor en Antropología, una eminencia. Como era una eminencia era normal que no vocalizara al hablar, prácticamente hablaba entre dientes y para su propia camisa. Sus destrezas de comunicación profesional eran sinceramente inexistentes.
Hace ya más de 15 años de sus clases, pero todavía le recuerdo subido a la tarima, sentado en su silla sin moverse y leyendo unos folios escritos a mano, ya amarillentos, que pensábamos que era su tesis doctoral. Su comunicación era unidireccional y sus clases estaban centradas en él mismo, en sus apuntes y en lo que él tenía escrito en ellos. Practicamente su planificación didáctica se centraba en la fase adquisitiva, receptiva. Donde el alumno asumiendo un rol totalmente pasivo escuchaba y tomaba apuntes. Por su puesto la interacción con el alumno no estaba contemplada en el procedimiento de enseñanza, por lo que no hay conocimiento de sus necesidades ni personalización de ningún tipo en función del alumnado.
Su rol como profesor era meramente transmisor de la información, además de mantener el orden en el aula. Lamentablemente, no nos transmitía absolutamente nada, aunque sus clases se denominen magistrales. Según RAE magistral es un adjetivo que representa a aquello que «está hecho con maestria, es decir con arte y destreza en enseñar o ejecutar algo». Real Academia Española. (s.f.). Cultura. En Diccionario de la lengua española. Recuperado en 14 de octubre de 2023, de https://dle.rae.es/magistral.
La comunicación profesional es muy relevante para poder llegar a los alumnos. La función educativa del docente depende de la comunicación con el alumno, va a mas allá de transmitir información, porque a través de la comunicación se ejerce una influencia educativa sobre el escolar en un medio participativo. El profesor debe brindar afecto y seguridad a sus alumnos a través de la comunicación con ellos. Existe ahora todo un repertorio de técnicas de preguntas muy interesante para que el docente pueda alcanzar una comunicación efectiva con sus alumnos. Lastres et al. (2005).
Lejos de impartir una clase magistral, donde el profesor tenga un rol dominante en el aula y establezca una comunicación unidireccional para transmitir sus conocimientos al pobre alumnado, (que por otro lado, es un mero receptor de la información, cuyo papel pasivo en el aula le deja poco poder de acción), nos encontramos ahora ante la situación de redefinir aquella clase tradicional para superar todos los obstáculos de comunicación que afectaban al proceso de aprendizaje.
En el diagrama está redefinida la situación de enseñanza-aprendizaje proponiendo que prácticamente se haga todo del revés destacando que realmente estamos en un momento de transformación de la educación para su mejora sustancial.
Supongamos que estamos al inicio de curso y mis alumnos de Grado Medio de sistemas microinformaticos y redes no saben explicar de una manera detallada y con sentido, para qué sirve el grado que han escogido. En mi observación para detectar su problema me doy cuenta que lo han escogido por descarte pero no por convicción. Su actitud es bastante pasiva, esperando que les explique yo los beneficios de lo que están estudiando.
Mi propuesta para redefinir y transforma la estrategia enseñanza-aprendizaje, pone el foco en el alumno. Cuyo rol debe ser un rol activo en el aula, generador de contenido, gracias también a la utilización de las TIC, apoyándose en la figura del docente como mentor, o guía. Este poder se lo debe dar el profesor al alumno en el aula.
El rol del docente es fundamental para que el alumno alcance el aprendizaje significativo. Por un lado, debe identificar muy bien sus necesidades y ajustarse al perfil del alumnado, preferiblemente en su calidad de líder podrá generar un buen clima en el aula y fomentar una buena comunicación multidireccional.
El metodo ADDIE es el resumen de los pasos aqui expuestos que incluye análisis, diseño, desarrollo, implementación y evaluación en esta planificación didáctica.
En la planificación didáctica es importante aportar autonomia al alumno y que este se sienta útil, es por ello que en la fase de estrategia de aprendizaje se propone trabajar en la fase adquisitiva receptiva donde pueda desarrollar la creatividad, mediante la creación de un video con los contenidos de su grado así como mostrando claramente para qué sirve lo que están estudiando. Por lo que propongo aplicar la técnica de «aula invertida». De manera que el alumno realice el trabajo de investigación en su casa y en clase pueda aprovechar el tiempo para trabajar en equipo y avanzar con su proyecto haciendo la creación de contenidos y desarrollando las competencias transversales necesarias para llevar adelante su trabajo.
Esto será un factor motivador para que ellos se centren en sus estudios, ahora a comienzo de curso. El alumno verá reforzada su argumentación de cara a afrontar una futura entrevista de trabajo, porque tendrá muy claro para qué sirven sus estudios y lo habrá defendido en el debate.
Para identificar el avance de sus conocimientos se realizará la evaluación de su trabajo en el debate así como en la entrega del contenido digital donde quedará registrada toda su argumentación para convencer al resto del beneficio de sus estudios así como de las utilidades prácticas del mismo. Con esta práctica, el alumno habrá ganado en autonomia y seguridad en sí mismo, porque ahora si sabe para qué sirve lo que va a estudiar y lo sabe explicar.
Lastres et al. (2005). La comunicación profesional en la actividad pedagógica. Revista pedagógica universitaria.Volumen 5. 2005.